Las telas no tejidas desempeñan un papel fundamental en las aplicaciones médicas y de higiene gracias a su versatilidad, rentabilidad y rendimiento superior. Estos materiales de ingeniería se fabrican mediante la unión de fibras mecánica, térmica o química, en lugar de tejerlas o tricotarlas, lo que da como resultado productos ligeros y duraderos con excelentes propiedades de barrera.
En el ámbito médico, las telas no tejidas se utilizan ampliamente en mascarillas quirúrgicas, batas de aislamiento, campos y paquetes quirúrgicos, entre otros. Su alta eficiencia de filtración y transpirabilidad ayudan a prevenir la propagación de infecciones, mientras que su naturaleza desechable reduce el riesgo de contaminación cruzada. Además, las envolturas de esterilización de telas no tejidas garantizan el almacenamiento seguro del instrumental quirúrgico.
Para la protección de la higiene, los no tejidos son esenciales en productos como pañales desechables, toallas sanitarias y toallitas médicas, ya que ofrecen suavidad, absorbencia y propiedades antimicrobianas. Durante la pandemia de COVID-19, la demanda de EPI no tejidos (p. ej., mascarillas N95 y trajes de protección) aumentó drásticamente, lo que pone de relieve su importancia para la seguridad sanitaria mundial.
Las innovaciones continuas se centran en mejorar la biodegradabilidad y la sostenibilidad, convirtiendo los no tejidos en una opción más ecológica. A medida que evolucionan los estándares de salud e higiene, los no tejidos siguen siendo indispensables para la seguridad y el control de infecciones.